Las madres que no lo querían ser, sobre Mater amatísima de María Ruido

Por: Ana Cervera

Tengo 30 años y el fantasma de la maternidad se me aparece con más frecuencia conforme avanza el tiempo. Es un tema al que le doy bastantes vueltas, a medida que personas de mi círculo cercano van gestando, pariendo, criando. La idea me genera más inquietud que nunca por muchas razones, desde la brutal transformación del cuerpo hasta la pérdida de la autonomía, pasando por la precariedad y la desigualdad que envuelven los cuidados. Cada vez doy con más libros, textos, películas, piezas de arte o exposiciones que se aproximan a la maternidad de forma vivencial, honesta, crítica, poliédrica. Que abordan todos esos tabúes que hasta hace unos años era impensable tratar de manera abierta. Creo que el mayor tabú de todos es el infanticidio. 

En Mater amatísima. Imaginarios y discursos sobre la maternidad en tiempos de cambio (2017) María Ruido construye un ensayo audiovisual donde problematiza ser madre en un contexto sociopolítico capitalista y heteropatriarcal. ¿Cómo romper con el mito de la madre perfecta? ¿Existe realmente el instinto maternal? ¿Se ama a les hijes por el mero hecho de nacer? A partir de reapropiación de archivo y materiales propios filmados en video y super 8 mm, la artista explora algunos de los conflictos y contradicciones de la maternidad, frente a esa idealización inalcanzable. Encontramos fragmentos de The riddles of the sphinx (1977) de Laura Mulvey, las Medeas (1969 y 1988) de Pasolini y Lars Von Trier, Imitation of life (1959) de Douglas Sirk, intervenciones del colectivo feminista Polvo de gallina negra en la televisión mexicana, o imágenes del juicio del Caso Asunta ocurrido en Galicia, de donde procede la realizadora y también mi familia. 

Me interesa particularmente la Medea de Eurípides como figura sumamente compleja y contradictoria. Como señala Roxana Hidalgo Xirinachs (2010), encarna lo divino y lo terrenal, lo humano y lo animal, lo destructivo y lo productivo”, representa a la “mujer luchando por la realización de su propio proyecto de vida, la cual rompe, en este proceso, con la posición cultural de la mujer como objeto de intercambio, asignada a la misma por las reglas del matrimonio […] una figura femenina que se apropia de sus deseos sexuales y expresa activamente su agresión y fuerza de voluntad”. Sin embargo, tradicionalmente la figura de Medea sólo se ha interpretado como la mujer monstruosa y deshumanizada, aquella que debe ser castigada y eliminada para proteger al resto de su naturaleza destructiva. Exactamente así es como fue tratada la madre de Asunta, Rosario Porto Ortega, por los medios de comunicación, incluso antes de ser juzgada por el asesinato junto a su exmarido, Alfonso Basterra Camporro, de su hija adoptiva.

María Ruido retoma uno de los sucesos más mediáticos y abrumadores de los últimos años en el estado español, junto a otros materiales que exploran la representación de los vínculos entre la vida, la muerte y la maternidad en la historia del arte –como Saturno devorando a su hijo (1828), de Francisco de Goya o Madre muerta (1910) de Egon Schiele, entre otras obras– para cuestionar las estructuras neoliberales en torno a la familia, la sexualidad, la producción y la reproducción. Una suerte de palimpsesto donde también se pone en jaque otra de las figuras que se resiste a transformarse en el sistema hegemónico imperante: la del autor como genio creador. 

“No es posible romper el contrato con un hijo ni con los padres. La única manera de escapar es matándose unos a otros”, escuchamos durante los primeros minutos de esta pieza, refiriéndose a la férrea institución familiar y a la necesidad, desde una perspectiva marxista, de construir cambios en nuestros vínculos afectivos. Otro de los tabúes abordados en la cinta es la dicotomía entre amar a les hijes pero odiar ser madres, algo recurrente en las nuevas narrativas sobre la maternidad. Más adelante, escuchamos a Laura Mulvey reflexionar sobre el espacio doméstico como nido pero también como cárcel y de las relaciones de apego entre madres e hijes. Casi al final de la cinta, María Ruido trata la maternidad como algo que trasciende lo estrictamente biológico y el cuerpo de las hembras, a raíz de una fotografía de la serie DíAS de SIDA (1996) de Javier Codesal. Un crisol de miradas, conversaciones y referencias culturales que erosionan el mito de la maternidad como espacio de entrega y amor incondicional asumido innatamente por las mujeres. 

Referencias

Hidalgo Xirinachs, R. (2010). La Medea de Eurípides. Hacia un psicoanálisis de la agresión femenina y la autonomía. Editorial de la Universidad de Costa Rica. 

Fundación BBVA (2017). María Ruido: Mater Amatísima aborda la relación entre producción y reproducción. https://youtu.be/qYgUPyLjy-s 

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