Llegar a abrazarte aunque sea en sueños. Sobre Aftersun

Por: Delfina Margulis Darriba

¿Cuántas veces, a lo largo de nuestra vida, se transforma la imagen que tenemos de nuestro papá?
¿Se transforman los vínculos en la ausencia?
¿Cómo recordamos a las personas que ya no están? ¿Envejecen en nuestra memoria o siempre las recordaremos como las vimos por última vez?

Aftersun (Charlotte Wells, 2022) es una película sobre el recuerdo de un padre que ya no está, sobre el intento de entenderlo, sobre el deseo de volver a abrazarlo. Ver la película es sumergirse en el viaje de Sophie y su papá durante un verano en Turquía. Reírse con sus miradas, con sus chistes, con sus juegos familiares. Sentirnos identificadxs con la Sophie de 11 años viviendo una edad llena de dudas y de nuevos intereses. Esa “edad del medio”, en la que sos demasiado chica para algunas cosas y demasiado grande para otras. La edad en la que empezamos a ver a nuestros padres (y madres) como seres llenos de falencias y errores que dejan de ser superhéroes del amor incondicional. El modelo imaginario del padre perfecto comienza a quedar chico y deforme, el padre real aparece, con sus miserias y sus tropiezos. Quienes fuimos niñas un poco Electras recordamos con Sophie la impotencia ante tantas contradicciones, el deseo extraño de defender a nuestro papá, de cuidar su imagen, de quererlo igual y perdonarle todo, incluso cuando nos decepciona.

Sophie tiene 11 años recién cumplidos, Calum, su papá, está por cumplir 31. Viajan a Turquía como todos los veranos, a pasar una semana de vacaciones, aparentemente la única semana que pasan juntxs en todo el año. Se conocen, como padre e hija, pero también se re-conocen día a día en ese viaje que los une después de la distancia. Los nuevos gustos, las novedades en la escuela, las nuevas novias, las nuevas maestras, todo junto a las viejas costumbres, las tradiciones, los chistes de siempre. Pero hay algo en este viaje que nos hace sentir que lo nuevo empieza a ser más grande, como si lxs dos estuvieran en un momento bisagra de sus vidas que los obliga a reconocerse más que conocerse. Algo los ata a las viejas costumbres pero hay algo también que los tracciona al cambio. Los vínculos entre las personas se modifican cuando las personas cambian, el desafío es aprender a crecer con alguien más. Y si bien la niña es Sophie, Calum es un padre muy joven que también está creciendo.
Sophie empieza a ver a su papá con nuevos ojos. Por primera vez parece ver su fragilidad y quizás también su oscuridad. En su rostro, que la mira casi siempre con alegría y amor acechan todo el tiempo las marcas de la angustia. Pequeños gestos y miradas que transmiten dolor y que nosotrxs como espectadorxs notamos al mismo tiempo que parece notarlos Sophie por primera vez. Ella sigue siendo una niña pero también empieza a temer por él. Cosas que antes eran un juego ahora la inquietan, como esperarlo en el barco mientras él bucea sin licencia, tratando de convencerse a sí misma de que todo va a estar bien. Y cosas que antes lxs unían se empiezan a romper, como cuando Calum la deja cantando sola en el karaoke y le rompe el corazón, quizás por primera vez.

La felicidad de Calum es frágil. La tristeza está siempre ahí con él, acechando, ganando terreno. Él parece estar siempre al borde del precipicio a punto de saltar, parado en el borde la ventana decidiendo entre su hija y el vacío. Una canción de Blur nos habla de momentos tiernos, momentos alegres donde los demonios no están.

Tender is the night lying by your side
Tender is the touch of someone that you love too much
Tender is the day the demons go away.

Pero la canción se distorsiona.

Lord, I need to find someone who can heal my mind1.

La música se desarma, como el recuerdo de Sophie. La canción se vuelve oscura, como su padre. Como un sueño que se vuelve pesadilla.

En un espacio negro Sophie, de 31 años, mira y busca entre la gente. Muchos cuerpos bailan, fragmentos de rostros y de manos aparecen y desaparecen entre el blanco y el negro de las luces estroboscópicas. A lo lejos baila Calum, con intensidad, con fuerza, con desesperación. Sophie trata de acercarse, pero no llega, el cuerpo de su papá desaparece en la oscuridad.

La película transcurre en un verano aparentemente feliz, pero el rostro de Calum se va desarmando lentamente y nos deja ver la tristeza que lo acompaña. El sueño de Sophie en la oscuridad tratando de llegar a abrazar a su papá aparece una y otra vez, cargando al relato de angustia, recordándonos que algo anda mal, que algo va a pasar o ya pasó. Hay una tensión constante que amenaza con romper el vínculo de padre e hija. Es la misma tensión que nos genera el sueño. Es como tratar inútilmente de correr o gritar en una pesadilla, es caminar y no poder avanzar, estirar la mano y no llegar a tocar.

“Cuando tenías 11, ¿qué pensabas que estarías haciendo ahora?” Le pregunta con dulzura Sophie mientras lo filma. Y él no responde, se impacienta, se enoja. Su rostro se descompone, en sus gestos sentimos la imposibilidad. Dos momentos de la vida quedan unidos en esa pregunta. Sophie, de 11 años, piensa en su papá cuando tenía su edad, Calum la mira y se recuerda. Sophie se piensa a la edad que él tiene ahora y trata de pensar qué estará haciendo ella en ese momento. El vínculo entre padres/madres e hijxs es muchas veces un espejo, una proyección mutua de deseos, arrepentimientos e ilusiones. Es un reflejo que se moldea a lo largo de los años, como plastilina. Calum mira a su hija y puede verse a sí mismo a su edad, proyecta en ella el recuerdo que tiene de su propia niñez. Más tarde ella le dice que a veces el mundo la abruma y él en un impulso escupe en el espejo que le devuelve su propio reflejo, como si así pudiera impedir que su imagen se proyecte sobre su hija, que su propia depresión llegue a ella. Sophie es una niña en ese momento, pero ya empieza a crecer, a descubrir la oscuridad que acecha a su papá y a sentir algo de esa sombra oscura sobre ella misma.

En la película el vínculo entre padre e hija es por momentos un reflejo pulido y por momentos una proyección nublada, llena de contradicciones y tristezas. 30 años después la oscuridad que amenazaba a Calum parece haber llegado a Sophie. ¿Pero qué fue lo que pasó? Su reflejo de mujer adulta se dibuja en el televisor sobre las imágenes de su infancia y sobre las imágenes de su padre. Ella tiene ahora la edad que tenía su papá en ese viaje. Lo recuerda, lo busca en los videos familiares, lo sueña inalcanzable. No sabemos qué le pasó a Calum pero él ya no está. ¿Desde cuándo? Sophie lo sueña con la ropa que él tenía puesta el día que se despidieron en el aeropuerto, la imagen que tiene de su papá quedó detenida en el tiempo, en ese momento, en esa despedida. Después Calum traspasó un umbral del que ya no pudo volver o no pudo volver siendo el mismo. ¿Habrá sido esa la última vez que Sophie abrazó a su padre como una niña? ¿Habrá sido el último abrazo que él le dio con alegría? quizás fue efectivamente el último abrazo que se dieron.

Hubo un antes y un después en ese viaje que Sophie, en el presente, recuerda y sueña. Algo le pasó a su papá a la edad que ella tiene ahora, algo que ella busca entender, para comprenderlo a él y quizás para entender lo que vive ella ahora. Busca el reflejo de su propia imagen en el recuerdo de su padre, ahora tienen la misma edad y partir de ese momento ella va empezar a ser más grande que su recuerdo de él.

La película nos deja la tristeza de la ausencia y esa sensación en el cuerpo que nos traen los recuerdos congelados. La película no nos dice qué le pasó a Calum, pero nos muestra la última noche en Turquía, vemos a Sophie y Calum bailar mientras escuchan Under Pressure. La voz de Bowie nos dice que ese es el último baile. Las imágenes de Calum y Sophie bailando en el hotel se entremezclan con las imágenes del baile de Calum en la oscuridad del sueño. Vemos un abrazo tan amoroso como desgarrador entre Sophie niña y su papá. Luego, entre los cuerpos que aparecen y desaparecen en la oscuridad, Sophie adulta logra avanzar, logra llegar hasta donde baila su papá, lo alcanza, lo toca, lo siente y logra abrazarlo. Lo contiene, lo sostiene, con la fuerza con la que abrazamos a quiénes no queremos soltar. Y la música se pregunta por qué no podemos darle otra oportunidad al amor, y responde que el amor te desafía a cuidar a las personas al borde de la noche. Y entonces Calum se suelta y lo vemos caer y desaparecer en la oscuridad. Sophie logra volver a abrazarlo en sueños. Y soltarlo, para seguir sin él.

Cause love‘s such an old fashioned word
And love dares you to care for
The people on the edge of the night
And loves dares you to change our way of
Caring about ourselves
This is our last dance
This is our last dance
This is ourselves
Under pressure
Under pressure
Pressure
2

Luego, en el aeropuerto se dicen que se quieren, se saludan a lo lejos. Calum viste la camisa rayada y luego de despedirse de su hija atraviesa la puerta que lo sumerge en la noche.

Aftersun es una película sobre la memoria y sobre el duelo, sobre la tristeza incontrolable que nos aprieta, sobre la felicidad de las pequeñas cosas y sobre crecer. Sobre tratar de comprender y sanar el dolor que nos dejan los seres queridos que ya no están.

  1. Tender, canción de la banda Blur. Traducción al español: Tierna es la noche recostado a tu lado / Tierno es el tacto de alguien a quien amas demasiado / Tierno es el día en el que los demonios se van / Señor, necesito encontrar a alguien que pueda curar mi mente.
    ↩︎
  2. Under Pressure, canción de la banda Queen y del cantante David Bowie. Traducción al español: Porque amor es una palabra muy anticuada / y el amor te reta a cuidar / de la gente en los límites de la noche / y el amor te reta a cambiar nuestro modo /de cuidar de nosotros mismos / Este es nuestro último baile / Este es nuestro último baile / Esto somos nosotros / Bajo presión / Bajo presión / Presión.
    ↩︎

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